Lo pudo decir más alto pero no más claro. El presidente del Sevilla FC no está dispuesto a jugar los treinta y cuatro minutos restantes del derbi copero el martes 20 a las ocho de la tarde, porque en ese caso no tendría garantizada la presencia de todos sus internacionales. Tampoco en la planta noble del Pizjuán se ve con buenos ojos que el Betis, que en la jornada de Liga anterior jugaría el sábado, tenga 24 horas más de descanso. “Hemos realizado una petición a la Federación Española para cambiar el horario del partido, aunque el Sevilla no le ha pedido a la Federación nada, sino que le ha exigido que se adelante el encuentro para poder contar con todos los internacionales y así no alteraríamos la competición. Por tanto, sólamente se podría jugar a las doce de la mañana de ese mismo martes o aplazarlo para abril aunque para ello haya que retrasar las semifinales”, apuntó.

“Queremos jugar en las mismas condiciones que lo hace el rival. Para ello les hemos exigido estas tres condiciones: que ambos equipos estén en igualdad, esto es, que los dos jueguen sus partidos ligueros a la misma hora; que podamos contar con todos nuestros jugadores, incluidos los internacionales; y que el Sevilla no corra con ningún gasto que le corresponda porque no somos culpables de lo que ocurrió. Haremos todo lo posible para disputar la elmiminatoria en igualdad de condiciones, ya que el Sevilla tiene mecanismos suficientes para defender sus derechos y los vamos a utilizar”, finalizó.

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